El aceite de girasol es uno de los cuatro aceites vegetales más consumidos a nivel mundial (después del aceite de palma, el aceite de soja y el aceite de colza). Es muy apreciado en el mercado de las dietas saludables por su alto contenido en vitamina E, su alta proporción de ácidos grasos insaturados y su alto punto de humo. Entre los principales países productores se encuentran Ucrania, Rusia, Argentina, la Unión Europea, etc. En los últimos años, Uzbekistán se está convirtiendo gradualmente en un importante productor de aceite de girasol en Asia Central.