El aceite de coco refinado es un aceite ampliamente utilizado, con un alto punto de humo, procesado para eliminar impurezas, olores y sabores. A diferencia del aceite de coco virgen prensado en frío, el aceite de coco refinado se blanquea, desodoriza y, a menudo, se trata químicamente para crear un aceite de sabor neutro, apto para cocinar a alta temperatura y aplicaciones industriales.
El desgomado se realiza principalmente para eliminar impurezas coloidales, como los fosfolípidos presentes en el aceite de coco. Estos fosfolípidos forman micelas en el aceite, lo que afecta su transparencia y estabilidad.
La desacidificación consiste en eliminar los ácidos grasos libres del aceite de coco. La presencia de ácidos grasos libres reduce el punto de humo y la estabilidad oxidativa del aceite, además de afectar su sabor. La desacidificación química consiste en añadir una solución alcalina al equipo de desacidificación para neutralizar el aceite de coco, eliminando así los ácidos grasos libres (AGL). La desacidificación física utiliza vapor a alta temperatura y el principio de destilación para eliminar los ácidos grasos libres del aceite de coco.
La decoloración consiste principalmente en eliminar el pigmento del aceite de coco y mejorar su color. Se añade el decolorante (arcilla activada y carbón activado) al aceite de coco desacidificado, se remueve y se adsorbe a temperatura y vacío, de modo que el pigmento sea absorbido por el decolorante. Posteriormente, se separa el decolorante del aceite mediante filtración.
La desodorización consiste en introducir vapor directamente en el aceite a alta temperatura y alto vacío para destilar las sustancias olorosas junto con el vapor. Estas sustancias se eliminan del aceite de coco, mejorando así su sabor y calidad.
El Grupo QIE cuenta con una amplia experiencia en equipos para la refinación de aceite comestible. Nuestro equipo de ingeniería puede personalizar equipos de refinación de aceite de coco de diferentes escalas según las necesidades del cliente. Contáctenos.